LIBROS PSI.

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PRESENTACIÓN INSTITUCIONAL

INTRODUCCIÓN

La Educación Familiar es la actividad educativa que los padres realizan con sus hijos y la tarea llevada a cabo por profesionales para suplir a los padres. Desde esta perspectiva, se puede contemplar desde dos dimensiones:
1) Las prácticas educativas realizadas por los padres con sus hijos en el hogar
2) Las actividades de atención a menores desarrollado por distintos profesionales, fuera del ámbito familiar.
Esta página está dirigida a: Profesionales, Educadores, Investigadores y a Personas interesadas por el ámbito de la educación familiar. Los objetivos principales de la misma son:
Intercambiar experiencias de nuevas formas educativas en el ámbito familiar.
Descubrir las nuevas necesidades afectivas, cognitivas y sociales de todos los miembros de la familia.
Fomentar la interacción entre padres e hijos con los nuevos medios informáticos y tecnológicos.

viernes, 11 de abril de 2008

¿TENER HIJOS?

DESARROLLO PSICO-EMOCIONAL DE LA FAMILIA.
CUARTA PARTE: “¿tener hijos?”.
Psic. José Manuel Bezanilla, Psic. Ma. Amparo Miranda.

Una de las decisiones más importantes de una persona y una pareja es la que se refiere a la paternidad. Dicha situación tiene implicaciones en muchos niveles y no debe tomarse a la ligera.
Esta decisión se ve influenciada por una serie de factores que de una u otra forma configuran el significado del hij@ para los padres, la familia y el núcleo cultural al que pertenecen los padres. Entre estos factores podemos señalar los a) socioculturales, b) las condiciones de salud de los padres, c) las experiencias históricas personales, d) las fantasías inconscientes acerca de la paternidad, y e) las características y condiciones de la relación de pareja.
a) Dentro de los factores socioculturales, podemos considerar las de formación de los padres, las actividades laborales, las condiciones y circunstancias de la habitación, la disponibilidad de de recursos sociales y materiales con que se cuenta, las redes de apoyo familiar, entre otros. Estos elementos constituyen el apoyo físico y de infraestructura que solventaran el nacimiento, nutrición, crecimiento y educación del hijo, y si estos no son adecuados, pueden generarse problemas perinatales (gestación y parto), para proporcionar educación formal e informal, el desarrollo de actividades de juego y escucha, de espacio para el desarrollo de habilidades, las posibilidades de socialización y la administración de servicios de salud.
b) En relación a las condiciones de salud de los padres. Es importante considerar este punto, ya que de el dependen las condiciones del embarazo (en el caso de la mujer), la disponibilidad del padre para atender al hijo, y en caso de enfermedad de alguno de los padres, las perspectivas de vida de este, y las redes de apoyo con que se cuenta para la adecuada crianza.
c) Las experiencias históricas personales con relación a la paternidad se construyen a partir de las situaciones observadas y vividas con los adultos significativos de la infancia y adolescencia. Si los propios padres fueron cercanos o distantes, cálidos o fríos, liberales o conservadores, golpeadores o dialogadores etc. De estas experiencias la persona construye modelos de cómo debe ser un padre y una madre, y del significado y función de los hijos en la familia y para los padres.
d) Fantasías inconscientes acerca de la paternidad. Este punto tiene una relación estrecha con el punto anterior, pero en lugar de referirse a las experiencias concretas vividas con los padres, tíos y abuelos, se refiere a los significados, percepciones y vivencias subjetivas de lo que es y debe ser la paternidad y maternidad, y es recomendable que la persona sea consciente de éstos, ya que se proyectan directamente sobre el bebe, y pueden influir profundamente en la construcción de la personalidad del hij@.
e) Características y condiciones de la pareja; es fundamental considerar en que situación y etapa se encuentra la pareja, ya que si esta no se está estable y sana, es posible que el hij@ no llegue en un contexto propicio para su desarrollo y si para solventar carencias y necesidades de los padres.
Los elementos anteriores se constelan en un momento determinado para conformar la actitud y expectativas de cada miembro de la pareja hacia la paternidad.
En este punto resulta pertinente que la pareja que esta pensando tener un hijo, no se deje llevar por las presiones sociales o los deseos familiares, y se plantee y conteste de forma objetiva y responsable las siguientes preguntas.
¿para que queremos un hijo? Esta pregunta se refiere a las expectativas y sentido que se tiene hacia la paternidad; si al reflexionar sobre este punto la pareja o uno de los miembros detecta que el sentido de la procreación es para solventar necesidades personales o solo para cumplir con una manda social o familiar, sugerimos que la persona o la pareja, recurran a asesoría profesional para trabajar estos puntos, ya que de lo contrario se podría ver dañada de forma grave y profunda la personalidad de su próximo hij@.
¿Contamos con los recursos materiales y económicos para solventar las necesidades básicas de embarazo, parto y manutención? Al responder a esta pregunta, se debe considerar si la pareja cuenta con el espacio adecuado, con los servicios suficientes (agua potable etc.), con ingresos económicos estables y suficientes. De no ser positiva esta respuesta se deben considerar si se cuenta con el apoyo de familiares cercanos y en que nivel.
¿Estamos dispuestos a transformar nuestra vida centrándola durante los próximos años en las necesidades de nuestro hij@? Cuando nace un bebe, demanda una cantidad de atención y cuidados sumamente alta, situación que obliga a los padres a transformar en mayor o menor medida, su vida, especialmente en lo referente al sueño (durante los primeros meses) y a la disposición de tiempo libre. Esto por lo regular genera un significativo número de perdidas, de espacio y tiempo, que si no so aceptadas, pueden generar fricciones entre la pareja y malos tratos y descuido hacia el bebe.

Si la persona tiene una actitud positiva, y espera un hij@ para proporcionarle amor y entrega incondicional a este nuevo ser en formación, podemos decir que ésta ha alcanzado un grado de madurez tal que le posibilita la trascendencia como ser humano, que le posibilita dejar el egocentrismo para brindarse a otro que depende.
En conclusión podemos mencionar que:
La decisión de tener un hijo es uno de los regalos mas hermosos de la vida, pero debe considerarse con mucho cuidado, ya que implica tener la responsabilidad de la vida y formación de un ser humano en las manos.
Cuando una pareja se casa, se espera que al poco tiempo de a luz un hijo, pero recomendamos esperar hasta que ésta se haya consolidado y preparado física, emocional, material y económicamente para la paternidad.
Resulta muy importante realizar una profunda reflexión sobre las propias experiencias personales y vivencias subjetivas sobre la paternidad, para encontrar aquellos puntos fuertes que deben apuntalarse, y aquellas deficiencias o creencias personales que deban corregirse, para recibir al nuevo bebe en las mejores condiciones posibles.
Que la pareja en conjunto ya sea a solas o con ayuda de un profesional de la salud mental, realice una exploración de sus motivaciones, fantasías y expectativas sobre la paternidad.
Recomendamos que si la pareja se encuentra pasando por alguna etapa difícil o de inestabilidad en cualquier sentido, ésta espere para la concepción de un hijo, ya que de lo contrario, es muy fácil que se utilice a esta nueva vida como una muleta para mejorar la relación, o como un arma para dañar al otro miembro de la pareja
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